Los poros abiertos del rostro son una de las molestias más grandes, ya que es fácil que se acumule suciedad, grasa y células muertas, creando los famosos puntos negros y dándole un aspecto sucio y apagado a nuestra piel. Así que para erradicar o disminuir algunas de estas imperfecciones pon atención.
Lamentablemente, según la dermatóloga Ana Molina, especialista de la Fundación Jiménez Díaz y de la Clínica Dermatológica Internacional, el cerrar los poros abiertos es prácticamente imposible, y la única forma de que se vean menos es siguiendo una intensa rutina de limpieza. También existen algunos trucos
7.- Cubos de hielo
El frio del hielo es excelente para tonificar tu piel, cerrar los poros del rostro y mantenerlo libre de las impurezas que forman los puntos negros. Para usarlo solo debes de tomar un cubito y cubrirlo con una tela delgada para evitar quemaduras por el frío, masajeando suavemente tu rostro de 15 a 30 segundos.
Haz esto varias veces por semana, de preferencia después de bañarte y antes de maquillarte, y recuerda que tu rostro debe estar bien limpio antes de usar esta técnica.
6.- Exfoliar la piel
Una de las mejores formas de mantener una piel libre de puntos negros es utilizando un exfoliante, que eliminará cualquier residuo y célula muerta. Puedes usar uno de azúcar con un toque de miel, el cual limpiará a profundidad el exceso de grasa y ayudará a hidratar la piel, dejándola suave y tersa. Solo masajea el rostro con movimientos circulares un par de minutos y después enjuaga con agua fría, para así cerrar los poros abiertos. Lo ideal es exfoliarte en la noche para prevenir manchas por el sol.
5.- Baño de vapor
El vapor caliente ayuda a tu piel a humedecerse y desprender fácilmente las impurezas de los poros, haciendo más fácil la limpieza profunda. Antes de cualquier mascarilla o exfoliación, hierve agua con una olla, coloca tu cara a una distancia prudente, y pon una toalla en tu cabeza cerrando el paso al vapor.
Espera unos 15 minutos antes de retirarte del calor y notarás una gran diferencia al finalizar tu rutina de belleza. Puedes poner hierbas y flores para preparar infusiones que aportaran un extra cuidado a tu piel y serán muy relajantes para ti.
4.- Loción de tomate y miel
El tomate, rico en potasio, ayuda a aclarar las manchas de nuestra piel, además sus propiedades astringentes eliminan el exceso de grasa y la suciedad a profundidad, dejando nuestros poros como nuevos.
Para preparar esta loción, mezcla una cucharadita de jugo de tomate natural con una cucharada de miel; después aplícala en tu rostro dejándola reposar por 15 minutos antes de enjuagar con agua tibia, y después con agua fría. Recuerda que este tipo de productos se usan de noche para no manchar la piel.
3.- Mascarilla de clara de huevo
La proteína y las enzimas de la clara de huevo ayudan a tonificar y rejuvenecer la piel, además de deshacerse del exceso de sebo y limpiar a profundidad. Para prepararla, bate la clara de un huevo y aplícala por toda tu piel hasta que seque por completo. Enjuaga con agua fría y usa mínimo tres veces a la semana.
Puedes agregar a la clara de huevo un poco de avena para una limpieza extra si tienes piel extremadamente grasa. Los resultados serán asombrosos.
2.- Aloe vera
El aloe vera es una planta con propiedades regeneradoras y cicatrizantes, que estimula la producción de colágeno y elastina, reafirmando la piel y dejándola suave e hidratada, retirando el exceso de aceite.
Tan solo necesitas cortar una hoja de esta planta y frotar el gel de sábila en tu rostro después de aplicar cualquier mascarilla. Deja que este se absorba durante 20 minutos y enjuaga con agua fría. Sentirás su efecto tensor inmediatamente.
1.- Mascarilla de arcilla
La mascarilla de arcilla es una de las mejores formas de limpiar los poros y eliminar el exceso de impurezas, ya que esta posee una acción limpiadora que absorbe la grasa facial de las capas más profundas de la piel, dejando la piel suave, limpia y firme. Tan solo necesitas aplicarla en tu rostro, de preferencia después de ponerle vapor, y dejarla actuar hasta que seque; una vez que esto ocurra, enjuaga tu rostro con agua tibia, y para cerrar los poros puedes pasar un poco de hielo por tu cara. No olvides hidratar muy bien tu piel después de usarla, ya que sentirás la piel estirada; nunca la uses más de una vez por semana.